El periodo de lactancia reviste a veces algunos obstáculos que se pueden aliviar o evitar con dispositivos tales como los sacaleches. En esta ocasión nos vamos a centrar en las características y ventajas de los eléctricos, aunque la mayoría dependen de este suministro para cargar sus baterías y no precisan de cable.
Además de ser muy útiles para alejar posibles molestias por la presión de los bebés, también son una buena herramienta para que la madre pueda contar con algo más de tiempo para otras tareas de todo tipo.
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Se trata de un dispositivo diseñado para facilitar la lactancia a través de diversas funciones que alivian y posibilitan el proceso frente a algunos obstáculos derivados de la falta de tiempo, la postura o la forma del pezón, por ejemplo.
El fin último es el mismo que el de los sacaleches manuales con la obvia diferencia, y más ventajas, de que estos van conectados al suministro eléctrico, con baterías recargables o a pilas.
Entre las primeras ya hemos señalado algunas (alivio de posibles dolores a la madre, por ejemplo) a las que se pueden añadir:
Sobre los inconvenientes destacamos:
Aportamos algunas consideraciones genéricas sobre su funcionamiento:
Como horquilla temporal recomendada, no es conveniente que el proceso arriba pautado vaya más allá del cuarto de hora por pecho con un mínimo que se puede fijar en cinco minutos.
El dispositivo que encabeza esta comparativa aúna unas buenas prestaciones y extras tecnológicos, como la pantalla táctil LED, por un precio que resulta muy económico para esta gama de productos.
Se trata de un sacaleches individual en el que convergen cualidades tales como el sencillo manejo, su escaso ruido, su ligereza y su facilidad de limpieza.
La succión se lleva a cabo de manera suave con el fin de evitar molestias en los pezones. Su bomba resulta muy eficiente sin que se detecten fugas.
Otro de los ‘pros’ más reseñables es que el proceso de estimulación inicial resulta muy adecuado para evitar molestias posteriores durante la extracción de leche.
Muy compacto de tamaño y con tres modos incorporados: el modo masaje o estimulación ya mencionado, el de succión (con una decena de niveles diferentes), que resulta uniforme y cómoda, y el denominado biónico que simula el ritmo de succión del bebé.
Una ventaja añadida es que precisa suministro energético, pero no estar de manera continua enchufado a la red ya que se carga a través de USB. En suma, un sacaleches con una excelente relación calidad-precio.
Una opción que también cuenta con un atractivo precio sobre todo si se tiene en cuenta que trae dos unidades de serie.
Un dispositivo de notable potencia (es posible que en las primeras tomas se note una mínima molestia que se diluirá con el tiempo) que se nutre de una batería de alta autonomía ya que puede durar un día entero.
A sus buenas prestaciones en la extracción suma accesorios bastante útiles como pinzas para verter la leche en bolsas específicas que también vienen de serie.
También se trata de un aparato con óptima potencia que se puede graduar hasta en nueve niveles distintos.
Buena adaptación a los senos gracias a las almohadillas de silicona que utiliza. Todo ello, reiteramos, por un precio más que económico para lo que ofrece.
No es un modelo de los más económicos, pero, si se tiene margen, sus prestaciones y calidad de materiales justifican este incremento.
La campana de silicona se ahorma con suavidad al pecho y resulta muy suave una vez acoplada.
En cuanto a las referencias numéricas, este modelo incorpora cinco niveles de masaje y nueve de bombeo para, si se quiere, acelerar más el proceso de extracción.
Como hemos apuntado, la calidad del material es óptima como es el caso del resistente envase donde se deposita la leche.
Además, cuenta con extras tecnológicos con funcionalidades añadidas a otros más baratos como es el caso de la memorización de la última configuración que se programe en el sacaleches.
Una nueva alternativa con dos unidades a un precio muy asequible y con una potencia de succión correcta. No llega a los niveles de otros dispositivos, pero, en condiciones normales, será de utilidad para su cometido.
Otra de las objeciones está en la autonomía de la batería que es mejorable sin que ello suponga tampoco un gran obstáculo en este proceso a poco que se esté pendiente de las cargas.
De ruido está algo por encima de la media, pero en cuestiones prioritarias como el flujo, este resulta constante. De tamaño tira a pequeño y, por tanto, es muy manejable y también fácil de montar y desmontar para su exhaustiva limpieza.
Empecemos por su principal inconveniente que se da en la etiqueta de su precio ya que es sensiblemente más elevado.
Se pagan las buenas prestaciones y la calidad del material e, incluso, un diseño mucho más estético en unos artículos que no se caracterizan por ello.
Cómodo, ajustable cuando se coge bien la posición (trae dos campanas de diferentes medidas), poca presión en el pecho y muy fácil de limpiar.
Una de las objeciones, sobre todo para su precio, es que el suministro sea a pilas en vez de batería recargable.
Más allá de la división ya mencionada entre sacaleches manual y eléctrico sumamos otra opción derivada de las nuevas tecnologías:
Incorpora una pantalla que proporciona datos tales como la velocidad de succión y bombeo. Es muy silencioso y garantiza el control de todo el proceso.
De vuelta a los eléctricos, objeto de esta comparativa, podemos, a su vez, distinguir otros dos subgrupos:
Para un seno. Más ligero, más sencillo de usar y más fácil de transportar por su ligereza.
Como es lógico, cuenta con dos campanas para extraer leche de los dos senos a la vez. Acelera el proceso y, más que en el ámbito doméstico, se recurre más a él en bancos de leche de los hospitales.
La capacidad que tenga el dispositivo que vayamos a elegir estará muy vinculada a los horarios y el tiempo que se tenga para el proceso de extracción y a la frecuencia de uso.
Como es obvio, si no se cuenta con demasiado margen, se puede optar por el modelo de doble campana, aunque, normalmente, con el sencillo resulta suficiente.
Si ya se sabe que se va a usar por un determinado periodo no será necesario hacerse con uno de uso intensivo que será más caro.
Principalmente se concreta en que los embudos se adapten bien al pezón y que los bordes de estos embudos sean blandos.
Si se tiene claro que se va a usar en casa, la variable ruido tendrá menos importancia que si se va a llevar al trabajo o de viaje.
Hay un buen repertorio de accesorios para esos dispositivos. Destacamos los discos de lactancia para evitar pérdidas de leche en las primeras tomas, boquillas blandas que aliviarán posibles molestias o almohadillas térmicas que calman los senos al final del proceso.
Resulta superfluo advertir que la óptima conservación de la leche materna es fundamental. Para ello hay que guardarla en un recipiente adecuado:
El mejor material si se va a congelar
Ya sean biberones o vasos específicos con tapa
Una opción específica en la que es aconsejable comprobar antes del vertido que no haya fugas o componentes que la puedan perjudicar.
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