Después de las fiestas y las reuniones de Navidad, estamos teniendo un aumento de casos de COVID-19. Por lo que los expertos apuntan a que debemos reanudar las pautas que habíamos seguido hasta ahora: cubrebocas, responsabilidad y vacunas.
De acuerdo con el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades Respiratorias (SISVER), en lo que va de 2024 se han confirmado en México 130 casos positivos, así como cuatro decesos a causa de la enfermedad. De ellos, hay 32 en la Ciudad de México, 14 en Puebla, 10 en Querétaro, 11 en Nuevo León, 8 en Zacatecas y el resto en Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, Aguascalientes, Baja California y otras entidades con uno o dos casos apenas.
La aparición de las nuevas variantes de Ómicron, y la «reaparición» del resto de virus respiratorios, han vuelto a poner en alerta a la comunidad científica y eso se traduce en volver a las vacunas y a las precauciones. Empezando por la cubrebocas.
Y cuanto más protectora, mejor. Por todo esto, debemos seguir utilizando, como mínima protección, las KN95 (FFP2) como cubrebocas contra el virus.
Tal y como indican los profesionales sanitarios, debemos mantener presente que sigue siendo momento de que cada uno haga todo lo que esté de su parte y se cuide a sí mismo y a quienes le rodean.
El grado de intensidad de la pandemia de coronavirus ha ido cambiando durante los últimos y por eso hemos podido relajar las medidas y disfrutar de una cierta normalidad.
Pero, en los últimos meses, los sistemas de salud de todo el mundo han vuelto a ponerse en alerta por las nuevas variantes de Ómicron, seguidas de otras enfermedades que parecían estar dormidas después de que la COVID-19 se hiciese protagonista de las consultas.
Y, ante ellas, el cubrebocas se convierte en la mejor barrera: por su grado de filtración, su precio y su nivel de producción convierten.
Las que presentan una protección FFP2 se encuentran dentro del rango de Equipos de Protección Individual.
Del grupo de las EPI son las que cuentan con una menor potencia de filtrado y prevención contra el coronavirus, ya que rondan el 78% de eficacia en concentraciones ambientales de hasta 4VLA (Valor Límite Ambiental).
Son las más recomendadas para la lucha contra el Covid-19. Tienen una eficacia de protección contra el virus superior al 92%, en concentraciones ambientales de hasta 12VLA, ya que cuentan con tipo de filtro P2 contra partículas.
Están empezando a desembarcar en el mercado como consecuencia de la situación actual y tienen una eficacia de protección contra el virus superior al 98% en concentraciones ambientales de hasta 50VLA. Son más eficaces contra las partículas de aire y los aerosoles.
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